
La ciencia y los chicos
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Somos curiosos desde que venimos al mundo, y eso es lo que nos permite aprender, pero, en ocasiones, la escuela puede aniquilar ese espíritu explorador.
Los niños piensan de forma muy similar a la que se emplea en la ciencia. Cuando se enfrentan a los problemas y deben tomar decisiones, los niños formulan hipótesis, hacen inferencias causales y aprenden a partir de la estadística y la observación, métodos que los convierten en “pequeños científicos”.
Sin embargo, es habitual que la ciencia se enseñe dando respuestas en lugar de estimular la formulación de preguntas, y las materias científicas acaben siendo arduas y tediosas. Frente a los métodos de la vieja escuela, nuevos proyectos se abren paso en las aulas con un paradigma diferente para la enseñanza, en el que los alumnos investigan, analizan, crean, plantean hipótesis, experimentan, descubren y comunican.
Para que ese concepto pueda aplicarse dentro del aula, es fundamental la figura del profesor, del maestro. Además de transmitir a los docentes esa cultura científica básica, siempre aspira a que puedan aplicar en el aula una metodología en la que el alumno toma el papel de investigador a través la experimentación y el descubrimiento, de forma que los chicos adquieren el saber de forma natural.
En Argentina, existe la “Red de Clubes de Ciencia” vincula los clubes de ciencia de diferentes puntos del país a través de encuentros y capacitaciones virtuales. Esta iniciativa fomenta y estimula a todos estos espacios de educación no formal a generar una identidad basada en la autogestión, la exploración y la socialización de ideas.
La iniciativa Red de Clubes de Ciencia es llevada a cabo por el Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación. (¿existe todavía?) Entre sus objetivos se encuentra el de conectar a los clubes de ciencia entre sí y con científicos y tecnólogos para brindarles apoyo, trabajar y crecer juntos.
La Red de Clubes de Ciencia propone diversas formas de intercambio de experiencias entre los clubes: encuentros regionales a lo largo de todo el país, redes sociales dinámicas o espacios de trabajo como talleres, capacitaciones y proyectos de ciencia ciudadana.
(*Los clubes se pueden registrar en el Directorio Nacional de Clubes que cuenta con más de 350 miembros a lo largo de todo el país. http: //clubes.mincyt.gob.ar/)
Participan clubes de las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires, y CABA. Formosa y Chaco. (http://www.mincyt.gob.ar/ministerio/programa-nacional-de-popularizacion-de-la-ciencia-y-la-innovacion-28)
El Programa se propone estimular las vocaciones científicas y tecnológicas en los jóvenes, promover la cultura científica, contribuir a la comprensión de la importancia de la investigación y de sus resultados para el desarrollo de la sociedad, promover la cultura innovadora en pequeñas y medianas empresas y contribuir a la comunicación dentro de la comunidad científica. Para su concreción, el Programa actúa de manera directa, a través de la ejecución de acciones propias, y de manera indirecta, a través de la promoción de acciones de otros actores sociales.
Justamente en esta semana de la ciencia, estudiantes misioneros viajaron a Santa Fé al Encuentro de Clubes de Ciencia: con el objetivo de fortalecer sus conocimientos sobre ciencias, participaron del encuentro anual de “Clubes de Ciencia”. Se trata de instancias privilegiadas de intercambio entre los integrantes de los clubes de diferentes provincias y miembros del Ministerio de Ciencia realizado desde el 27 al 29 de agosto en Santa Fe.
El evento, contó con la participación de los clubes de ciencia: “Pequeños genios” de Eldorado; “Estudiantil Louis Pasteur” de Aristóbulo del Valle y “El pueblo Mbya Guaraní: herencia misionera y el medio ambiente de la localidad de Santa María.
El encuentro, tuvo como objetivo establecer y fortalecer vínculos entre los Clubes mediante la presentación de los proyectos de investigación que realizan en las provincias y una variedad de actividades recreativas.
Los participantes, realizaron capacitaciones y herramientas que potencian la calidad científica de los proyectos para sostener su trabajo en el largo plazo. A partir de esta propuesta realizaron un taller de Cohetería; donde aprendieron las técnicas necesarias para la crear su propio cohete.
Este viaje fue coordinado por el Programa de Actividades Científicas y Tecnológicas (PROPACYT), a cargo de Mónica Estigarribia, quien se encarga de promover las actividades científicas en el sector educativo. (Aguante Misiones)
¡Qué importante! La clave es dar herramientas a los niños para que aprendan. Los niños se enfrentan a la ciencia con pasión, se divierten buscando gases en el agua, jugando con imanes, observando la evaporación del agua en un bote, jugando con la luz. Esas cosas nunca les aburren, al contrario. Por eso, no solo es importante también que el profesorado se forme, la clave está en motivar a nuestros docentes: que enseñen la ciencia con las mismas ganas con que la aprendieron en las universidades.
Estimular la creatividad es otro de los ingredientes de la receta para aumentar la motivación y mejorar el aprendizaje de la ciencia. Muchas veces estamos educando a la gente al margen de sus capacidades creativas. Lo interesante es que los alumnos creen sus propias redes de conocimiento:
El profesor debe conocer los intereses y aficiones de los alumnos, y buscar materiales fascinantes. No hay niño que se resista a hablar de un agujero negro, de antimateria, de calamares gigantes, de criaturas extremófilas… son cosas fascinantes para las que los críos tienen buena disposición. Otra cosa es que, una vez que captamos la atención del niño a través de la fascinación, podemos vincular ese conocimiento a herramientas como las matemáticas o la física. La ciencia es copada porque haces cosas que nadie hizo antes. A menudo se subestima la capacidad de los niños, pero ellos son capaces incluso de publicar una investigación en una revista científica si se lo permitimos
La curiosidad, el interés, la inocencia y el entusiasmo son elementales para la ciencia. ¿Quién más puede tener estas cualidades que los niños?
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