“Del desamor al algoritmo: Santiago, el joven argentino que conquistó el RAIFF con un corto 100% hecho con inteligencia artificial”
“Del desamor al algoritmo: Santiago Bareiro, el joven argentino que conquistó el RAIFF con un corto 100% hecho con inteligencia artificial”
A los 31 años, Santiago Bareiro—director, guionista y creador audiovisual formado en Misiones, Buenos Aires y Río de Janeiro— está abriendo camino en un terreno que combina arte, emoción y tecnología. Su cortometraje, realizado íntegramente con inteligencia artificial, fue seleccionado en el RAIFF 2025 (Rio Art Innovation Fair & Festival), el primer festival de IA generativa de Brasil, donde fue el único argentino participante.
En diálogo con Prisma, el joven creador comparte los orígenes del proyecto, su mirada sobre el amor y el desamor, la revolución de la IA en el arte y el futuro de los jóvenes creadores.
Sobre Santiago
Santiago Bareiro tiene 31 años. Estudió Producción de Radio y Televisión en el Instituto Montoya, y más tarde se graduó como Licenciado en Comunicación Audiovisual en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
Su recorrido profesional lo llevó a Río de Janeiro, donde siguió desarrollándose en el ámbito audiovisual. En 2024 dirigió “Un poco de amor: Cómo preparar un tereré”, premiado como Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cortos Guácaras, y “Licenciado Christopher, detective privado”, presentado en el Ciclo de Verano TYO 2025.
Este año, lanzó POPA, la primera plataforma de streaming y entretenimiento creada con inteligencia artificial, un espacio de experimentación para nuevas narrativas.
P: ¿Cómo nació el corto?
SB: “El proyecto “nació con varias aristas”. El protagonista, Christopher, es un personaje recurrente en su obra: “ya lo había presentado en un corto anterior, filmado de forma tradicional en Posadas”.
En esta nueva entrega, el enfoque fue más interno y emocional: “Quería hablar del desamor y la lucha interna que provoca. Me interesa mucho su contraparte, el amor, porque puede llevarnos a la máxima felicidad o a la eterna desdicha”.
El corto se convirtió, además, en un laboratorio experimental con inteligencia artificial. Santiago y su equipo vienen trabajando con generación de imágenes, sonidos, música y narraciones, y vieron en esta convocatoria la oportunidad ideal para explorar una narrativa más extensa.
“Fue un espacio de experimentación donde usamos la historia para explorar nuevos límites narrativos”.
P: Hablanos de la estética y referencias
SB: “La estética del corto mezcla referencias del cine clásico y el diseño gráfico moderno. Me inspiré en las secuencias de apertura de las películas de James Bond, por su tono onírico y simbólico, y en el trabajo de Saul Bass, legendario diseñador de títulos cinematográficos y afiches de Hitchcock.
En cuanto al lenguaje visual, usó el color rojo para representar el mundo interior del personaje y el blanco y negro para su vida “real”.
La banda sonora, creada también con IA, combina ritmos de jazz y bossa nova, generando un contraste entre lo emocional y lo racional. “Esa mezcla me resultó especialmente interesante”.
P: ¿Qué busca transmitir?
SB: “Cuando uno crea algo siempre hay una parte personal puesta ahí”. En este caso, el corto fue una forma de canalizar la tristeza a través del arte: “A veces la mejor manera de procesar el dolor es transformarlo en obra”.
Aborda el desamor como una de las grandes tragedias humanas, junto a la muerte, y cita como inspiración a Heathcliff de Cumbres Borrascosas, incapaz de superar la pérdida de Catherine.
Aunque está realizado con inteligencia artificial, el corto rinde homenaje al cine clásico: “Me interesaba jugar con el paralelismo entre las nuevas herramientas y las formas tradicionales de narrar”.
P: ¿Qué opinás de los jóvenes y la IA?
SB: “Santiago considera que la revolución de la inteligencia artificial es una oportunidad enorme para las nuevas generaciones.
“Hoy, muchos jóvenes con ideas y ganas de crear pueden hacerlo sin depender de grandes recursos. Estas herramientas permiten experimentar con nuevas narrativas y formas de expresión que antes eran impensadas”.
Para mí, lo esencial sigue siendo la emoción: “No importa el medio, sino lo que lográs transmitir. Los jóvenes son un huracán de emociones, y la IA puede ser una aliada para transformarlas en arte: videos, imágenes, canciones o relatos”.
P: El festival RAIFF 2025
SB: “El Rio Art Innovation Fair & Festival (RAIFF), organizado por Costabrava Studios y patrocinado por Google y Tess, es el primer festival de inteligencia artificial generativa de Brasil.
Celebrado en Río de Janeiro, reconoce las creaciones audiovisuales realizadas con IA y reúne a referentes de la innovación en dos categorías: publicidad y cortometraje.
De las miles de postulaciones, solo diez obras fueron seleccionadas en la categoría de cortos, y fui el único argentino presente.
“El RAIFF es pionero: visibiliza la creatividad impulsada por IA y abre un nuevo horizonte para la industria audiovisual”.
Santiago es parte de una generación que no teme mezclar sensibilidad con tecnología. Su corto —creado íntegramente con inteligencia artificial— no solo habla del amor y el desamor, sino también de la capacidad humana para reconvertir el dolor en arte.
Su mirada sintetiza el espíritu de una época donde el algoritmo puede ser tanto herramienta como espejo del alma.
Te lo compartimos:
https://www.youtube.com/watch?si=YYzrFN9HiYTvg8n9&v=F-g7Wn2YxdI&feature=youtu.be