La tecnología sin moral ni ética presenta un grave peligro para la humanidad
Desde Prisma siempre te presentamos temas de interés y temas que queremos que conozcas para que te cuides, te informes, actualices. Hoy te traemos una entrevista imperdible que le hicimos a Alejandro Aranda, quien ha realizado en Misiones, exposiciones reflexivas sobre el “Lenguaje de la generación Z” y “Inteligencia Artificial“. Actualmente, está desarrollando una Masterclass de 3 momentos llamada “Quién robó tu atención: descifrando la economía de la atención y la comunicación no verbal“. (Que te recomendamos)
P: Contanos de vos:
AA: “Mi nombre es Alejandro Aranda, nací en Posadas y tengo 35 años. Soy abogado,
escribano, profesor universitario y maestrando en Comunicación Política. También
poseo un Certificado en Expresiones sutiles y Microexpresiones otorgado por Paul
Ekman Group. Como actividad paralela a mi carrera jurídica, me dedico a dar
conferencias reflexivas sobre problemáticas en auge a nivel mundial.”
P: Contanos un poco sobre los temas de estas charlas que estás dictando en el Silicon. Temas muy lindos y siempre vigentes: la atención, el poder, el control, las redes sociales, los likes, etc.
AA: “Partimos de la base de que la atención es un “bien escaso” y, como todos los bienes escasos en el mundo, tiene un valor extremo. Si bien la tecnología llegó a nuestras
vidas con el objetivo de facilitar la vida del ser humano, con el tiempo se olvidaron sus
primeras premisas y se ha convertido principalmente en un modelo de negocios. Es
en este modelo económico donde se ven afectados los valores y principios
fundamentales que nos caracterizan como seres humanos. El problema es más grave
de lo que parece, ya que lo que se ve afectado en la sociedad es nuestra pulsión más
profunda: el deseo de escapar de la realidad. Sin embargo, la culpa no la tiene la tecnología.
-Acá hacemos un paréntesis para nerds-
a) Hugo Gernsback, el creador de “El aislador” (The Isolator), un artefacto
diseñado para aislarte por completo del ruido exterior y facilitar la lectura sin
distracciones, declaró años después de su invención: “incluso si reina el silencio
supremo, te distraes a ti mismo el 50% del tiempo”. Casi un siglo después, se
comprobó que tenía razón: “casi la mitad de las interrupciones son autoiniciadas”. Por
otro lado, los seres humanos somos muy ambivalentes al querer ser libres. Queremos
ser libres, que nada nos limite, pero cuando somos libres, nos sentimos incómodos,
como si no hubiera gravedad. En consecuencia, mucha gente construye cadenas y
grilletes en sus vidas para no experimentar esa ansiedad que provoca la ausencia de
rutina. Dado que no podemos mantener la atención en varias cosas a la vez (no
somos computadoras), la atención va y viene constantemente.
b) Respecto al panóptico de Bentham al cual hace referencia Michel Foucault, es un
mecanismo de vigilancia que en líneas generales se describe como una torre ubicada
en el centro de un pabellón de prisioneros, que permite a un guardia central tener una
visión completa de todos los internos, mientras que estos últimos no saben si están
siendo observados en un momento dado. Esto genera un mecanismo de autocontrol
interno, donde los prisioneros tienen la sensación de estar vigilados en todo momento
y, en consecuencia, regulan su conducta para no transgredir la norma y evitar ser
castigados. De esta manera, el individuo que forma parte de la estructura panóptica
sabe que está en un estado de vigilancia constante, lo que garantiza su pasividad y
control de sus movimientos.
c) Byung Chul Han actualiza el estudio del control total y agrega el término “panóptico
digital”. Respecto al panóptico tradicional, dice lo siguiente: “a diferencia de ellos, los
habitantes del panóptico digital se comunican intensamente entre sí y se desnudan
voluntariamente. La sociedad digital del control hace mucho uso de la libertad. Sólo es
posible gracias al autodesvelamiento y al autodesnudamiento voluntario”.
En cierto modo, en las redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, los
usuarios comparten información, fotos, opiniones y actividades en línea sin saber
exactamente quién los observa o cuándo están siendo observados. Esta falta de
control sobre quién puede acceder a la información y cuándo puede generar un
sentido de vigilancia constante similar al símbolo del panóptico.
Además, las redes sociales también pueden considerarse como un panóptico en
términos de la atención y la visibilidad. Las personas buscan constantemente la
aprobación de los demás a través de los “likes”, las visualizaciones, los comentarios,
etc. Esta constante búsqueda de atención puede llevar a un comportamiento
autorregulado, donde los usuarios ajustan su comportamiento y su presentación en
línea para cumplir con las expectativas de los demás y evitar la crítica negativa de la sociedad.
En resumen, como diría el filósofo surcoreano, “en el panóptico digital no estamos
simplemente presos, sino que nosotros mismos lo construimos activamente.
Colaboramos activamente para construir el panóptico digital“.
-Cerramos momento nerd-
P: Contanos sobre la influencia de las tecnologías en niños y adolescentes cuando no hay un control, supervisión responsable.
AA: “Se trata de experiencia y conocimiento. Es fundamental entender que la tecnología
en sí misma no es buena ni mala, sino cómo la utilizamos y qué valores transmitimos
a través de ella.
Coincido con Sissi Cancino en que la tecnología debe ir de la mano de una
orientación adecuada, un acompañamiento responsable y la promoción de principios
éticos. En un mundo cada vez más digitalizado, es nuestra responsabilidad como
adultos brindar a los niños y niñas las herramientas necesarias para hacer un uso
consciente y saludable de la tecnología.
La falta de orientación y supervisión puede llevar a consecuencias negativas, como
adicciones, exposición a contenidos inapropiados, aumento de la violencia y la
crueldad social, así como el deterioro de las habilidades sociales y emocionales. Es
esencial establecer límites y fomentar un equilibrio entre el tiempo de pantalla y otras
actividades importantes en la vida de los niños, como el juego al aire libre, la lectura y la interacción con sus pares.
Además, es fundamental inculcar valores como el respeto, la empatía y la
responsabilidad digital. Enseñarles sobre la importancia de cuidar su privacidad,
respetar los derechos de los demás en línea y promover comportamientos positivos
en el entorno digital.
En resumen, coincido plenamente con Sissi Cancino en que la tecnología, sin
orientación ni principios, puede tener efectos perjudiciales para la salud cognitiva de los niños y niñas. Debemos asumir nuestra responsabilidad como adultos para guiarlos en su interacción con la tecnología, promoviendo un uso consciente, equilibrado y ético que contribuya a su desarrollo integral.”
P: ¿Cuál es tu punto de vista respecto a la inteligencia artificial y el avance de la tecnología?
AA: “Según los expertos, con la era de la inteligencia artificial ingresamos a la cuarta
revolución industrial, la cual cambió completamente el paradigma en el mundo entero.
El problema reside en el supuesto de que la tecnología ha llegado a la vida del ser
humano con la promesa de coadyuvar con la felicidad del mismo. Sin embargo, como
mencionamos anteriormente, esa promesa está lejos de ser cumplida.
Varias organizaciones mundiales se están haciendo eco de este flagelo y exigen (en
cierto modo) que se cumpla esa promesa.
Nuestro desafío como seres humanos es darnos cuenta del grave peligro que
representa la tecnología sin moral y sin ética, y en consecuencia exigir a las grandes empresas la humanización de las mismas realidad virtual etc).”
P: Regalanos unos consejos para adolescentes y niños sobre buenas prácticas del uso de celulares y play station, etc.
AA: “En principio, cabe aclarar que no se trata de eliminar el uso de la tecnología bajo
ningún punto de vista, sino que la idea es utilizarla de manera responsable y
consciente en favor de nuestro bienestar y no en su detrimento.
Lo que quiero decir es que, como seres humanos, evolucionamos miles de años para
desarrollar nuestros sentidos y emociones, que dependen en gran medida del
contacto interpersonal y físico, lo cual influye directamente en nuestra calidad de vida.
La hiperconectividad atenta contra esa calidad de vida, y lo peor es que hoy es un
hábito que incluso para algunas culturas está bien visto.
Lo que recomiendo es reflexionar sobre a qué o a quién le estamos regalando nuestra atención y si ese tiempo que se nos va lo estamos utilizando de manera productiva y significativa a favor de nuestra calidad de vida. A medida que nos volvemos más conscientes, podemos tomar decisiones más informadas y equilibradas sobre cómo y cuándo utilizar la tecnología.”
Muchas gracias Alejandro! Ya se puede hacer hasta un trabajo práctico con toda la info que nos diste.