
Yoga y Literatura con niños
YOGA Y LITERATURA CON NIÑOS
(Vero Stockmayer)
Nuestra querida Vero, otra fan de la niñez como Prisma, nos cuenta sobre este trabajo hermoso que está realizando: Yoga y Literatura con niños
“La idea se fue gestando de a poco, con más intuición que certezas.
Hubo una primera prueba de Araceli, Profesora Superior de Yoga Integral y Profesora de Pilates Mat que supo que invitar a una disciplina que es tan espiritual, de cuidado tanto del alma como del cuerpo físico con niños, implicaba involucrar antes que nada, EMOCIONES. Así que se acercó al Taller de Títeres pidiendo algún título, algún rastro que la ayudara desde la Literatura, a iniciar el camino.
No se habló de la experiencia hasta que yo misma, culminada la etapa de escuela activa, cotidiana, empecé a cultivar la disciplina, ese encuentro del ser integral con el equilibrio, en el Espacio Holístico Santosha, que dirige Araceli Bottger en Montecarlo.
Un día tiré una piedrita al estanque: “¿y si probamos Yoga y Literatura con los chicos?”.
La Literatura es territorio de equilibrio: ofrece la lírica juguetona, las imágenes que asombran y embellecen, las historias que consuelan, restablecen el orden del mundo para poder habitarlo, nos acercan con cautela a nuestras propias angustias y nos conectan de nuevo con la alegría y la seguridad. El Yoga pacifica cuerpo y mente alterados por el stress, la prisa, los conflictos. Contábamos con un senderito de dos huellas, un camino estable para transitar. Hermanamos disposición, experiencias vitales, disciplinas y recursos: Araceli, su trayectoria en Yoga y Pilates, el espacio físico con sus recursos y yo unos cuantos años de trabajo con niños en torno a la lectura, la escritura, la expresión plástica y dramática, el teatro de títeres en torno a la fecundidad de la LITERATURA INFANTIL.
Nos propusimos vincular dos maneras de expresarse, dos abordajes, dos miradas posibles, inicialmente con niños de entre ocho y trece años, edad en que los niños están habituados al cultivo de formas, al seguimiento de consignas.
Un encuentro mensual con un tema que partiría de la Literatura- relato o versicuento- , en beneficio del cual se organizarían todas acciones: las formas del Yoga -respiración, calistenia, equilibrio, formas, secuencias, introspección, relajación-, el diálogo acerca de argumentos, personajes, TEMA; el momento especial de la expresión: recorte, plegados, dibujo, pintura (crayones, lápices, dactilopintura, hisopos y jugo de limón), escritura creativa , lectura de producciones libremente compartida y celebrada y el momento de mat, pelotas, cintas, discos de equilibrio, cubo que decide turnos, formas, frecuencias. Una hora y media de crear y recrearse, de compartir recursos, criterios. Una jornada que se espera , a la que se llega un poquitito antes para jugar, para encontrarse con los otros, para charlar libremente de esto y lo otro con el compañero al que no se ve todos los días… el amiguito de Yoga, para curiosear qué trae Vero en su maleta ¿títeres?, ¿peluches? ¿pinturitas? ¿papeles de colores?
Bien pronto hubo consultas de papás de niños más pequeños: cuatro o cinco años. Se probó. Funcionó.
Fue una travesía fecunda: “La casita del alma”, La Identidad (Historia familiar del nombre escogido), De los Proyectos y el orden para concretarlos, de Sostener iniciativas, de Nuestros Tesoros, de las distintas Formas del Amor, del Amigo adecuado para cada cosa, de la Creatividad, DE HACERLO JUNTOS.
El espacio de la expresión
Nos estamos preparando para un segundo ciclo. La primera orilla será “Aceptarnos y querernos”, que es el puerto desde donde partiremos a nuestra nueva aventura…
De principios y valores
Los apoyos que enriquecieron experiencias
De hacerlo juntos
Desde nuestras competencias, para potenciar la formación integral del niño, respetando sus tiempos, su avidez, su disposición y sus atendibles cautelas…”
*Qué hermoso! Felicitaciones chicas!
Verónica Stockmayer Araceli Bottger