Francisco: el Papa que marcó a los jóvenes con un mensaje de esperanza y acción.

Francisco: el Papa que marcó a los jóvenes con un mensaje de esperanza y acción.

 Francisco: el Papa que marcó a los jóvenes con un mensaje de esperanza y acción

¿Por qué nos conmovió tanto la idea de su partida?

La respuesta es simple y contundente: Francisco no fue un papa más. Fue una figura cercana, sensible, con una voz clara que interpela especialmente a los más jóvenes, a los niños, y a quienes trabajan en su acompañamiento. Su estilo directo, su lenguaje sencillo y su modo de acercarse a las realidades cotidianas –incluidas las nuestras, aquí en Misiones– hicieron que muchas de sus palabras quedaran grabadas en la memoria colectiva.

Hoy queremos detenernos, en este contexto, a recordar algunos de los mensajes más significativos que el Papa Francisco dedicó a adolescentes y niños. No como un homenaje póstumo sino como una manera de mantener vivo su legado y, sobre todo, de transmitirlo a nuevas generaciones que lo necesitan más que nunca.

Un mensaje vivo para los adolescentes

Francisco supo conectar con los jóvenes desde el primer momento. En la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro (2013), pronunció una frase que se volvió bandera en movimientos juveniles de todo el mundo:

“Hagan lío, pero un lío que nos ponga en marcha hacia un mundo más justo.”

Este “lío” no habla de desorden sin sentido, sino de una provocación constructiva: desafiar lo establecido cuando lo establecido excluye, romper la comodidad, activar la participación social, política, ecológica y espiritual desde una mirada crítica, creativa y comprometida.

En la exhortación Christus vivit, dirigida especialmente a los jóvenes, Francisco los alentaba a no resignarse:

“No se estacionen en la vida; sueñen a lo grande, tomen riesgos y hagan ruido.”

En una época marcada por la incertidumbre, por la dificultad para imaginar un futuro estable, estas palabras siguen siendo faro. Nos recuerdan que la juventud no es sólo un tiempo de espera, sino un momento clave para sembrar decisiones, construir identidad y liderar transformaciones.

Y quizás una de sus afirmaciones más profundas y revolucionarias haya sido:

“Los jóvenes son el ahora de Dios, no el ‘mientras tanto’.”

Es decir, no se trata de prepararlos para un mañana abstracto, sino de darles hoy las herramientas, los espacios y la confianza para actuar, expresarse, equivocarse y volver a empezar. Desde las aulas, los clubes, las comunidades y también desde los espacios digitales, Francisco nos invitó a acompañarlos sin subestimarlos.

Un mensaje tierno y firme para los niños

También los más pequeños encontraron en el Papa Francisco un referente atento, que nunca minimizó su capacidad de comprender, amar y transformar el mundo.

En marzo de 2024, con motivo de la primera Jornada Mundial de los Niños, Francisco escribía:

“Ustedes nos recuerdan que todos somos hijos y hermanos, y que nadie puede existir sin alguien que lo traiga al mundo, ni crecer sin tener otras personas para amar y sentirse amado.”

Esta visión coloca a los niños en el centro de la comunidad humana. No como futuros adultos, sino como personas plenas, con dignidad y con derechos, capaces de enseñar y transformar desde su espontaneidad, su ternura y su mirada limpia.

En otra oportunidad, afirmaba:

“La alegría de los niños hace saltar el corazón de sus padres.”

Una frase sencilla, pero de una profundidad conmovedora. Porque Francisco nos recuerda que la infancia no es sólo etapa de crecimiento, sino un momento que tiene valor en sí mismo, un tiempo sagrado que debemos cuidar y proteger.

Y también los llamaba a orar:

“Cuando recen, acuérdense de quienes están tristes; su oración es poderosa porque sale de un corazón limpio.”

Desde su particular espiritualidad, el papa proponía a los niños una fe activa, sensible, empática; una relación con Dios que no es ajena al dolor del mundo, sino profundamente comprometida con él.

¿Cómo recordarlo desde Misiones?

Lo recordaremos como el papa del “hagan lío”, del mate, de los abrazos a los chicos en la calle, de los mensajes directos que muchas veces decían lo que nadie se animaba. Lo recordaremos como quien puso a los jóvenes y a los niños en el centro del Evangelio y de la acción social. Y eso, más allá de toda noticia, es lo que nos impulsa a seguir.

📢 La muerte del papa Francisco nos sacudió. Y también nos hizo pensar: ¿cuántas veces escuchamos su voz y nos conmovimos, pero no hicimos nada con eso?

Hoy queremos recordarlo vivo, presente, actuando a través de nosotros.

🔹 Adolescentes: que el “hagan lío” no sea solo una frase, sino una actitud.

🔹 Niños: sigan sonriendo, rezando y enseñándonos a ser mejores personas.

El mensaje de Francisco sigue latiendo. ¡Compartilo, vivilo, contalo!

 (Foto: Hazaña17)

 

 

 

 

 

 

 

 

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