Batman, más oscuro que nunca

Batman, más oscuro que nunca

Batman, más oscuro que nunca.

(Por Ainara Rolandi)

Batman, el héroe más querido de la cultura popular, adaptada a la pantalla grande en varias ocasiones con más de 60 películas, diferentes improntas, estéticas y universos, que caracterizan al hombre murciélago de múltiples maneras. Por ello, “The Batman” está en boca de todos, por ser sombría, policiaca y correctamente adaptada a los comics. Siendo ésta la película más oscura que sus predecesoras.

La gran aceptación del público y las buenas críticas no se hicieron esperar, con una recaudación en taquilla de $285 millones de dólares hasta la fecha, y con un

presupuesto de 100 millones de dólares por la productora DC Films. Superando

ampliamente las expectativas.

The Batman, nos sumerge en un universo completamente nuevo; desde una primera impresión nos recuerda a el de la película “The Joker, ” por su propuesta dramática y realista. La fotografía realza y acompaña la narrativa de la historia, con muy poca profundidad de campo, planos muy cerrados, fuera de focos, con una estética que destaca por sus claroscuros (fuertes contrastes entre la luz y la oscuridad para lograr la sensación de volumen), y tonos dorados y rojizos. Además de escasos planos generales (abiertos), toda con la intención de situar al espectador. Con todo esto y más, retoma la fantasía noir de las historietas, como en “Batman: El Largo Halloween”, “Batman:

Año uno”, “Batman: Victoria Oscura” y “Batman: Ego”. Todas ellas han sido fuentes de inspiración para el director Matt Reeves, pero este último comic lo utilizó para ahondar más en la psicología del personaje de Bruce Wayne.

Por un lado, tenemos a un nuevo Batman más frío, distante y con un gran desarrollo cognitivo para la deducción y resolución de problemáticas, quién lo enmascara el talentoso actor Robert Pattinson , y una sensual y audaz Selina Kyle, protagonizada por Zoë Kravitz. En esta ocasión, el multimillonario heredero y huérfano, Bruce Wayne, investiga junto al Departamento de Policía de Gotham City (GCPD) al asesino en serie que se hace llamar Riddler (Acertijo), que le ha arrebatado la vida en Halloween, al alcalde de la ciudad (Don Mitchell Jr). Por otro lado, el desarrollo de este genuino.

Batman encaja de una manera eficaz en lo que se buscaba de la psicología del

justiciero, cuesta empatizar con él en las escenas más emocionales, como por ejemplo, cuando Alfred Pennyworth es hospitalizado tras abrir una carta bomba dirigida a Bruce, quién es su mayordomo y cuidador. Wayne llora, pero aún así logra transmitirte frialdad. Es decir, teniendo en cuenta con la historieta, él nunca superó la muerte de sus padres, no ve a Alfred como una figura paterna, y también tiene un pensamiento obsesivo con salvar a varias vidas, pero a la vez, como una contradicción del personaje mismo, insiste en poner en peligro a personas cercanas para cumplir dicho fin. Como se puede ver en la escena donde Selina, como Gatubela, va al club operado por el Pingüino, Iceberg Lounge, forzada por Batman para buscar respuestas. Por lo tanto, el

Caballero de la noche tiene carencias afectivas, que quiere compensar evitando la muerte de una mayoría, pero justificando el daño y el peligro de una minoría. Por ende, él se siente mejor con su rol como Batman, pero en secreto lucha con otros conflictos internos, generando que Bruce se esconda en su mansión cuando es él mismo. Tiene así una personalidad antisocial y provoca su aislamiento de la sociedad.

Asimismo, a la hora de crear vínculos afectivos, al tener un apego evitativo, por la ausencia de sus padres y el dolor de perderlos, huye de las relaciones sentimentales.

En contraste con su personaje que da a conocer, es un villano consigo mismo. Por ello, la película hace hincapié a su lado enmascarado y no al más humano.

La banda sonora está compuesta por el gran Michael Giacchino, que acompaña todo el filme, y también el tema “Something in the Way” de Nirvana, que es

estratégicamente significativa, porque está presente en dos momentos de la historia.

La primera es cuando Batman abandona la escena del crimen de la casa de Mitchell, justo cuando se cruza con el hijo del gobernador asesinado, y continúa mientras el héroe monta su motocicleta por las calles de Gotham hasta la Torre Wayne. La segunda, cerca del final, se vuelve a escuchar la canción, cuando Batman ayuda a un grupo de personas, justo después de la inundación de la ciudad. La canción fue escrita por Kurt Cobain, que refleja el periodo de su vida que fue expulsado de su hogar siendo adolescente. Sin embargo, en el largometraje da a entender como Bruce Wayne

reacciona a determinadas situaciones. No obstante, el impacto de la película hizo que la canción comenzara a viralizarse en las plataformas de streaming.

En resumen, The Batman es una apuesta nueva e interesante que logró convencer a la audiencia con sus tintes sombríos. Con una maravillosa fotografía, un protagonista roto internamente y justiciero de noche. En mi opinión, le doy una puntuación de 8,5. Las tres horas del filme no me hicieron alejar los ojos de la pantalla en ningún segundo, ha sido una película muy entretenida. Pero creo que a nivel de guión, los puntos de giro eran predecibles y algunas situaciones han sido una construcción muy conveniente.

 

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