Puntos de vista sobre educación

Puntos de vista sobre educación

Como ya sabés, desde Prisma le damos un espacio grande a la educación, porque es la que conecta a los niños y adolescentes, nuestro público.

En distintos países, la cuarentena, la vuelta a clases, se dio de diferentes formas. Por eso quisimos entrevistar a Juanito Naranjo, un profe de Málaga, España que ya conocés en Prisma desde sus inicios: https://prismadigital.com.ar/gente-que-inspira/el-profe-que-ensena-historia-a-sus-alumnos-por-whatsapp/
Y como es super innovador y creativo, ama su trabajo, es muy divertido y amoroso, lo entrevistamos.
“Me llamo Juan Naranjo. Soy Licenciado en Historia del Arte, Licenciado en Pedagogía, Diplomado en Magisterio y Máster en Historia de la Educación. He trabajado cuatro años como profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga, pero ahora me dedico a la Enseñanza Secundaria (12-18 años). En los últimos siete años he dado clase en institutos públicos de toda Andalucía, actualmente trabajo como profesor de Ciencias Sociales (Geografía, Historia e Historia del Arte) en el IES Albaytar, de Benalmádena (Málaga). Soy muy activo en redes sociales, donde hablo de literatura y de cultura LGTBI.
En los próximos meses saldrá a la venta, también en Argentina, mi primera novela gráfica “Mariquita: una historia autobiográfica sobre la homofobia”.
P: ¿Cómo fue la adaptación de dar clases en tiempos de pandemia en tu país? ¿Cuáles fueron las estrategias utilizadas, las soluciones encontradas? ¿Los docentes aceptan las nuevas metodologías?
JN: “Todo fue muy inesperado. Durante meses la pandemia nos parecía algo lejano y ajeno y casi nadie pensaba que nos llegaría a nosotros o nos afectaría. No tomamos medidas de prevención ni nos organizamos antes de la llegada del virus. Un día estábamos dando clase tan tranquilos y esa misma tarde salió la orden de que el siguiente era el último día de instituto. Al principio había una especie de inquietud generalizada porque no sabíamos a lo que nos enfrentábamos y tampoco sabíamos cuándo todo volvería a ser como antes. Yo personalmente (iluso de mí) pensaba que el asunto sería cosa de dos semanas a lo sumo y que después todo seguiría como antes. He tardado en darme cuenta de que todo ha cambiado. En mi instituto (donde acuden casi mil alumnos y alumnas de entre 12 y 18 años) el último día fue muy extraño. Intercambié el email con mi alumnado y los profesores nos quedamos a la salida intentando planificarnos y orientarnos los unos a los otros. Cada docente aportó lo que pudo: unos compartieron herramientas informáticas, otros ideas con respecto a la organización. Ese día se formó un grupo de WhatsApp de los más de 80 profesores dedicado sólo a organizarnos en el aspecto técnico. Pronto se demostró que estaríamos a la altura de la situación y, aunque ha supuesto muchas horas de trabajo duro, todos nos hemos adaptado (en la medida de nuestras posibilidades) a esta nueva situación. Hemos digitalizado recursos, hemos dado videoconferencias, hemos fomentado el trabajo creativo y el uso de las nuevas tecnologías… y la mayoría del alumnado ha reaccionado muy bien.”
P: ¿Cómo recibieron la propuesta los estudiantes? ¿Cómo manejan el uso de las Tics o nuevas tecnologías los niños, adolescentes y jóvenes? JN: “Lógicamente al principio se tomaron esto como unas vacaciones inesperadas. Se creían que les aprobaríamos sin trabajar y que el curso se había terminado… pero muy pronto se dieron cuenta de que no. Muchos profesores crearon entornos virtuales en moodle en los centros, otros establecieron citas para videoconferencias, otros se organizaron por medio de email, zoom y, sobre todo, google classroom. Ha sido un trabajo duro para todos, pero creo que ha merecido la pena y que, aunque no haya sido lo mismo, por supuesto, al menos no han sido tres meses perdidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El alumnado se ha dado cuenta de que no es lo mismo ser muy bueno con los filtros de Instagram o creando historias en TikTok que usar los medios informáticos con un fin educativo. Hemos notado bastantes lagunas de conocimiento en este sentido, y nos han sorprendido porque entendíamos que su generación era la de los nativos digitales. Todos hemos tenido que aprender: docentes y alumnado. Creo que ha sido una experiencia enriquecedora de aprendizaje en ese sentido: lo aprendido en estas semanas en cuando a medios técnicos se queda ya con nosotros para la nueva normalidad.”
P: ¿Los docentes se adaptaron rápidamente? ¿Cómo evalúan los contenidos? ¿Cómo piensan que será la vuelta a clases? ¿Qué nos dejará esta pandemia?
JN: “Cada docente se ha adaptado según su capacidad y destreza. De todas formas considero que hay muchas formas de llevar a cabo una enseñanza online óptima, no sólo una. En mi instituto hemos hecho que el primer trimestre (septiembre diciembre) cuente un 40% de la nota final de la asignatura en este curso, lo mismo con el segundo trimestre (enero-marzo) mientras que este trimestre (abril-junio) sólo cuenta un 20%. Hemos entendido que este trimestre debe contar menos para que no se penalice al alumnado que por mil situaciones (logísticas, técnicas, psicológicas, familiares, de salud…) no hayan podido rendir lo mismo. La vuelta a clase será en septiembre, y el mundo será diferente al que hemos conocido hasta ahora. Se habla de que el alumnado tendrá una enseñanza semipresencial. Se dice que nuestras clases se retransmitirán online, que sólo estará presente la mitad de los estudiantes, que habrá dos turnos… En mi opinión aún no hay nada claro. Será muy difícil solucionar esto, sobre todo teniendo en cuenta lo económico, lo limitado de los espacios, la disponibilidad de las familias… Es muy difícil. Se me escapa cómo se puede organizar esto de una forma medianamente estable de cara al futuro. No sé qué nos espera en septiembre, pero sé que todo será diferente.”
P: Desde tu área/cátedra, materia ¿Cuáles fueron los obstáculos que encontraron?
JN: “Doy Geografía e Historia y no tengo problemas con el uso de las TIC. No me he encontrado grandes dificultades. Tengo una excelente relación con mi alumnado y tengo muchos recursos para hacerles mi materia útil e interesante. Puede que esto haya servido para alejarnos del examen como única medida de evaluación y para que entendamos que se puede evaluar de muchas maneras y que, casi todas, son mejores que un examen. He intentado proponer actividades más lúdicas, culturales y novedosas, aprovechando esta nueva situación. Humildemente creo que ha funcionado bien. La problemática general más grave es la de las familias que no poseen equipos informáticos básicos para seguir las clases. En mi zona no son muchas familias las que tienen este problema, pero las hay. El ayuntamiento y la administración se están encargando de solucionarlo a través del préstamo de tablets y de tarjetas SIM de datos. Espero que esto se solucione pronto y la brecha digital no aumenta las desigualdades. ¿Por lo demás? Nada ha cambiado mucho. El alumnado de sobresaliente sigue siendo de sobresaliente y el alumnado “del cinco raspado” sigue siendo también el mismo. Sí que lo de copiarse la tarea entre compañeros se ha generalizado más, así que tendremos que estar aún más atentos.”
P:¿Cómo nos ven a los argentinos, desde el exterior, en materia educativa?
JN: “Trabajo en un instituto público de la Costa del Sol, y esto es un crisol de culturas. Sólo en una de mis clases de 3º de ESO, siete de mis 25 alumnos son de origen argentino: algunos recién llegados y otros criados aquí desde muy pequeños. Chicos y chicas maravillosos: educadísimos, muy respetuosos, muy perfeccionistas, absolutamente encantadores, divertidos y sociables. Algunas de ellas son, además, grandes lectoras. En mi clase ponemos siempre en valor las culturas de origen y tratamos de enriquecernos mutuamente. Uno de mis sueños es visitar Argentina y ellos siempre me cuentan muchas cosas de vuestro país. Es un alumnado con el que da gusto trabajar y convivir.”
P: Nos gustaría que nos cuenten una anécdota sobre las clases virtuales desde la pandemia.
JN: “Propuse un reto al principio del confinamiento para intentar fomentar la lectura. Otorgaba dos positivos a quienes se leyeran un libro y me escribiesen una redacción sobre él, recomendándomelo y tratando de convencerme de que lo leyera. Pensaba que pasaría desapercibido, pero he recibido casi quince reseñas (algunas de ellas de libros muy sorprendentes) y me ha encantado ver que nuestros adolescentes son capaces de divertirse de muy distintas formas.”
P: Nos gustaría que nos den un mensaje para los chicos, los padres, la sociedad en general.
JN: “Puede que no sepamos cómo será el mundo del futuro, pero sí sabemos que la educación seguirá siendo esencial en él. No perdáis el ánimo ni la esperanza, seremos capaces de salir adelante.”
*Muchas gracias Juanito. Muchos éxitos con tu libro. Te esperamos en Argentina cuando quieras!

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