Rompiendo estereotipos

Rompiendo estereotipos

En la prehistoria quedó la idea de que las nenas se visten de rosado y los nenes de celeste. Que las chicas no pueden jugar fútbol porque ese es deporte de varones. Lo mismo ocurre en el karting, un deporte en el que muchas veces sobresalen y practican sólo los varones.
Hasta que una adolescente de 14 años, comienza a avanzar en los podios, rodeada de sus familiares, amigos, mecánicos, motores y competidores varones. Desde Prisma te presentamos a Mairu Herrera Ahuad, una joven misionera que se animó a romper con los estereotipos y corre karting desde los 8 años.
P: ¿Cómo comenzaste con el karting?
MHA: “En la escuela (2012) era un poco desordenada. Todavía lo soy. En el colegio.
Entonces mis padres decidieron hacerme probar con el karting, porque a mi papá le gustaba, y probé y me gustó y ya empecé a correr. Empecé con el karting cuando tenía ocho años.
El 1er karting que tuvo fue un Stihl de asfalto, en el 2014 comencé con el de tierra. Para entrenar corrían con un motor diferente a este. Y yo quise correr con ese también. Me armaron un karting.
Me sacaban tres vueltas y mi papá no quería que yo corra porque era muy lenta con respecto a los otros chicos. Pero yo quería y quería y bueno me largué.
En 2013, ya empecé a correr, corría con Grimaldi.
No paré, y cada vez más, cada vez más y con más responsabilidades también, porque no es solo sentarse en un karting los fines de semana, sino que entreno, cuando veo que no tengo clases, viajo a Buenos Aires y entreno en la pista que voy a correr.
Ahora me invitaron al lanzamiento de la asociación de la fórmula 4 en Bs As, es un traqueteo. Allá cuando voy, a veces me quedo con las hijas del jefe del equipo, que dicen que soy como una hermana. (risas)”
P: ¿Y cómo fue adaptarte a un deporte que muchas veces lo clasifican como masculino?
MHA: “En realidad ellos se tuvieron que adaptar a mí, los mecánicos, el jefe del equipo, se tuvieron que adaptar en el trato también, en el lenguaje, el vocabulario, algunas costumbres. Porque yo, por ejemplo, lloraba. Y ellos se desesperaban porque claro, a los chicos los veían enojarse, pero no llorar. En Bs. As. Al comienzo cuesta insertarse. Había solo dos carreras con nenas. Tenía 11 años cuando empecé. Ahora soy una más del equipo. Todos sin prejuicios.”
P: ¿Y qué es lo que más te gusta del karting, de las carreras?
MHA: “Todo. Manejar, la velocidad, el estilo de vida… La largada es la parte más divertida. Se chocan todos. (risas) Además a donde vamos nos cuidamos entre todos, nos divertimos. Es un deporte super familiar. La convivencia es muy linda con todos los del karting. Mi mamá es como la “cocinera” del grupo, elegimos un menú que alcance para todos, siempre algo sale, y para todos. Nosotros tenemos armado un bolsito. Se cocina. Algo sale siempre en el circuito y para todos. (Yo no me imagino una vida sin karting dice su madre que la acompañó a la entrevista)”
P: ¿Cómo es el entrenamiento? ¿Cuánto tiempo le dedicas?
MHA: “Estoy incluida dentro del CEPARD, hago gimnasio con Michel Seró, son 3 veces a la semana, voy con nutricionistas, psicólogos, son aproximadamente 2 hora y media o dos.
En Posadas trato de entrenarme, aunque sea una vez por semana en el autódromo de acá, de 15 a 18 hs de la tarde aproximadamente y cuando hay carrera ya me entreno con más tiempo, todo el día, el sábado.
No es así sentarse nomas y me voy…hay que corregir y ver cámaras. Me manejo mucho con la GO Pro, la Tablet, puedo mirar las filmaciones, se corrigen cámaras, se corrige el karting, ahora tiene un sistema de datos, que se maneja por GPS y maneja velocidades, temperatura, aceleración…también se trabaja con eso, comparando con otros pilotos: por ejemplo: en esta curva le estás errando, acá frená, y ahí vamos.”
P: ¿Hay muchas chicas en tu categoría, o que corren karting como vos?
MHA: “Soy la única mujer en mi categoría, en este momento. Se que también corrían karting mujeres como María de los Angeles Hanhcik y Ianina Zanazzi, pero de mi edad no conozco muchas.”
P: ¿Y cómo hacés con la escuela?
MHA: “Hago muchos trabajos prácticos (risas) Por suerte en la escuela son muy comprensibles, muy accesibles.  En todo lo posible. Además, está la ley del deporte, que no me acuerdo ahora cuál es, igual yo les llevo todos los certificados, las constancias de que estoy asociada en tres federaciones (Federación Metropolitana, en Mar y Sierras y en la Grand National), las constancias de que estoy incluida en el programa de CEPARD, cada vez que corro. Lo que sí el colegio me ayuda en no computarme las faltas. Por lo que les estoy re agradecida a todos los docentes y directivos del Instituto Madre de la Misericordia de Posadas.
Ahh y aprobé matemática, me cuesta un poco inglés, en portugués ando bien, entiendo, porque ya estamos más familiarizados, por la frontera.”
P: ¿Viajas mucho para participar de las competencias?
MHA: “Ya recorrimos Formosa, Sunchales, Tucumán, Santiago del Estero, Villaguay (1er resultado un 2do puesto) Charata, Colonia Caroya, Mendoza, Bs As, (Ciudad Evita, Zarate, ciudad de Bs As.) Chile, Santiago. Sudamericano de rutas, San Pablo, EE.UU, Porto Alegre, ahora a Italia, Lonato, mundial de la Rok. Desde que comencé corrí 8 fechas de FEMAD. Más de 500 carreras.”
P: Contanos una anécdota de alguna carrera
MHA: “La última fecha del regional, copa de mujeres: ¡no es gracioso! (risas) Me chocaron. Me chocó una uruguaya. Y yo me largué a llorar y veía que la uruguaya seguía girando y cada vez que pasaba yo la veía y lloraba. (risas) Lloraba porque la tenían que sancionar. Después estuve dos semanas con yeso. A mí me lastimó la muñeca, estaba la ambulancia re preocupada alrededor mío para llevarme y yo la veía y decía ¡que alguien le diga algo! Y lloraba (risas) mi preocupación era esa. Porque era injusto que siga mientras yo estaba ahí. (Igual se paró la carrera como cuando yo venía 2da. Igual eso está mal porque ya había cumplido más del 75% de la carrera. Había terminado ya)
Después claro, le pusieron bandera negra, la desclasificaron, por una mala maniobra deportiva. Igual se paró la carrera. Quedó ahí y como me lastimé, la carrera ya no la pude seguir. Y mi mamá se acuerda y se ríe porque en vez de preocuparme por mi accidente yo lloraba porque era injusto que la uruguaya siga…(risas)”
P: ¿Ahora te animas a manejar un auto tranquilamente?
MHA: “¡Obvio que quiero! No me quieren dar! (risas)
Tuve la oportunidad, después que se corrió acá en Oberá, de correr un auto de fórmula, de fórmula más chiquito, fórmula Renault 2.0 le dicen y me preocupaba el hecho de que yo nunca había agarrado un auto y me quejaba. Mi mamá me dice: vos quéjate todo lo que quieras, no te voy a dar un auto; corré el karting adentro del circuito donde están todos en las mismas condiciones, cuando tenés un carnet, pero afuera… ¡auto no! (risas). Estamos viendo, porque yo manejó un auto con caja, pero no caja en H, no con embrague, entonces el Mono Stanganelli, un día vino a buscarnos tempranito a la mañana y fuimos a probar al autódromo a Oberá, y girábamos en la pista, porque había unos chicos girando. Cuando paraban ellos, salíamos con el auto de él, y giramos varias veces y después aprendí.”
P: ¿Y cómo te tomás las derrotas y los triunfos?
MHA: “En esta carrera de Chile, estuve feliz, además ya la estaba esperando, porque es un sudamericano, nunca me afectó si ganaba o no ganaba. Yo disfruto. Yo soy onda: gané bien, no gané, bien. Yo me divierto. La primera vez que corrí acá en Posadas, viene mi tía y me dice ¡ganaste! Y yo: sí. Terminó. ¿Puedo ir a jugar?”
P: ¿Qué haces en tus tiempos libres?
MHA: “Casi nunca tengo tiempo libre. (risas) Aprovecho para descansar, estar en casa, a veces vienen mis amigas, voy a algunos cumples…”
P: ¿Miras tv, series, películas?
MHA:  “Miro Grey´s Anatomy en Netflix, Estación 19, y La casa de papel.”
P: ¿Cuál fue el libro que más te gustaba leer cuando eras chiquita?
MHA: “Rapunzel. Me encantaba.”
P: ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te gustaría hacer?
MHA: “Correr en alguna fórmula, eso me gustaría…eso puede ser.”
P: Mairu danos un mensaje para los chicos de Prisma:
MHA: Ay no! Soy malísima para eso!
* Muchas gracias Mairu y Graciela por el tiempo.
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