
A las maestras jardineras y los jardines de infantes en su día: feria de ciencias
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Muchos de nosotros tuvimos una maestra jardinera que nos marcó la infancia. Hoy se dice Profesora de Nivel Inicial (de todos modos, los niños terminan llamándoles mami, mae, amorosamente)
Desde el jardín nos enseñan también muchas cosas, con juegos, con trabajo en equipo, solidaridad y en este caso, la historia que te dejamos hoy, tiene que ver con una maestra jardinera que trabajó con sus alumnos para presentar un proyecto de feria de ciencias, en el que recorrieron toda la ciudad juntando tapitas para reciclar. Conocé a Soledad Zdanovicz, del NENI 2042 de Apóstoles.
P: ¿Cómo surge el tema de la investigación?
SZ: “Comenzamos a trabajar con “tapitas que dan vida” un proyecto institucional del NENI 2042, que con el transcurrir de los días trabajados se convirtió en un proyecto solidario, y de mayor investigación. La respuesta de los niños fue muy productiva y superó las expectativas por lo que comenzamos a profundizar en el tema y destinar la mayor recolección posible de tapitas para colaborar con el hospital Garrahan que año tras año, suma diferentes materiales reciclables como el que veníamos trabajando con el de tapitas de gaseosa. Dicho tema también fue trabajado para la feria de ciencias del año pasado, 2018, por la satisfacción y el compromiso asumido. Es interesante todo el proceso que lleva desde juntar una tapita hasta el producto en el cual se puede convertir como ser: palanganas, tachos, palitas de basura, recipiente de comida o agua para animales, perchas, broches, espejos de autos, etc. A partir del compromiso para contribuir a la ayuda solidaria en la recolección de tapitas se sumó el cuidado del medio ambiente, por lo que fue necesario formar parte del reciclado de la basura (tapitas). Trabajamos con un objeto, pero con dos finalidades necesarias e importantes.”
P: ¿Cuántos alumnos participaron del trabajo?
SZ: “Soy de las que considera que no importa la cantidad sino la calidad de alumnos con los que “podemos trabajar” y tuve la inmensa posibilidad de contar con 13 alumnos: Carlos, Francisco, Daiara, Sebastián, Miguel, Iván, Ezequiel, Rodrigo, Leonela, Luana, Ezequiel E., Ethan, Reina, quienes me enseñaron muchísimo acerca de que todos podemos ser parte, podemos colaborar, HACER y SER humanos comprometidos y solidarios. En dicho ciclo lectivo, mi sala contó con una alumna con la que trabajamos, además, la inclusión, que sumó un condimento aún más gratificante, porque siempre, trabajamos todos juntos, respetando las posibilidades y capacidades de cada uno.”
P: ¿Cómo colaboró la comunidad con el trabajo de los chicos?
SZ: “Desde el principio, este proyecto fue abierto, en primer lugar, a las familias, que sumaron su aporte y recolección. Luego, cuando ampliamos nuestra investigación, brindamos y contamos con la ayuda de la comunidad en general, recorrimos los alrededores de nuestro jardín, hicimos encuestas, visitamos diferentes lugares: como ser el hospital de área Apóstoles, la escuela Nº 24 de Azara, el dr Benjamín Zorrilla, el laboratorio de análisis clínico “Husulak” (quien colaboró con importantes cantidad de tapitas, predisposición para escuchar y atender a los niños), la Secretaría de Medio Ambiente, comercios (agencias de quinielas, boutiques, farmacias, kioskos, librerías, panaderías, etc.) donde aceptaron que dejemos nuestros tapitómetros y que las personas pudieran depositar sus tapitas allí. Visitamos un programa de cable local “Hasta el Final” donde compartimos nuestro proyecto y solicitamos a la comunidad en general que nos ayudaran a juntar tapitas y llenar así, nuestro piletómetro (pileta pelopincho) que estaba armada en el jardín. Es un proyecto ideal para expandirlo, compartirlo y trabajarlo abiertamente, como lo hicimos. En las exposiciones de la feria de ciencias, tanto instancia escolar, zonal y provincial, las personas se acercaron intrigados, curiosos, interesados, a escucharnos y colaboraron con tapitas. La respuesta fue satisfactoria y agradecemos por ello, de corazón.”
*SZ: “Quiero dejar mi agradecimiento personal y de todas las personas que formamos parte de este gran proyecto: alumnos y familias directora, colegas, a mi familia, comunidad en general, son muchísimas y no quisiera olvidarme de nadie, me siento orgullosa de formar parte y haber representado al NENI 2042, con la sala de 5 años “A” del turno mañana…formamos un gran equipo de trabajo y compromiso.”
P: ¿Cuánto tiempo le dedicaron al proyecto?
SZ: “Como era, primeramente, un proyecto institucional, comenzamos a trabajarlo a mediados de marzo del año pasado, al ser seleccionado para la feria de ciencias, lo profundizamos y desarrollamos más aún, al pasar de la instancia escolar a la zonal, siempre, incorporábamos e innovábamos cada vez, un poco más. Nuestro esfuerzo permitió que fuéramos seleccionados para la instancia provincial que se desarrolló en la ciudad de Posadas. Por cuestiones de organización, tuve que defender y presentar todo lo trabajado por los niños, como maestra responsable. Fue mi primera experiencia en esa instancia, y aunque nuestro sueño era pasar al nacional, nos sentíamos “ganadores” pero por los resultados logrados, no en calificación sino en la cantidad de tapitas recolectadas, por las personas que conocimos y nos ayudaron, por lo que aprendimos y compartimos, por convertirnos en “super Taps”, los héroes de las tapitas. El cierre del proyecto se hizo, por así decirlo, ya que no tuvo final, porque quedamos etiquetados como “el jardín de las tapitas”, siendo que aún, hoy día, nos siguen llegando tapitas que estamos trabajando con esta nueva promoción de alumnos. Para fin de año, implementé, la alcancía de los deseos, en la que cada niño depositaba (por escrito, con mi ayuda) lo que deseaba que Papá Noel le concediera, y la sorpresa inundó mi corazón, cuando Ivan, un alumno de tan solo 5 años de edad, deseaba que todas nuestras tapitas llegaran al Garrahan para que los niños enfermos pudieran curarse…un deseo que no tiene precio, y que pudo cumplirse, gracias al traslado desinteresado de “Trasporte José María” quien en marzo, lo pudo concretar, demoró un poquito, pero el deseo y nuestro objetivo fue cumplido!
Estos son los mejores resultados, un trabajo que me marcó en lo profesional, en el que aprendí de ellos, y con ellos, muchos contenidos, (más actitudinales y procedimentales que los conceptuales en sí). Cuidamos al medio ambiente recolectando 125 kilos de tapitas, una importantísima suma de material reciclable que llegó a la fundación.
Recibimos un diploma de reconocimiento y agradecimiento de dicha fundación, en el que certifica nuestro aporte y compromiso asumido.”
P: ¿Cómo es trabajar la ciencia con los niños?
SZ: “Es saber aprovechar y exprimir la curiosidad, la espontaneidad, trabajar desde y con sus hipótesis, su imaginación, no subestimarlos porque son chicos, al contrario, nos sorprenden a diario. Es muy importante realizar experimentos, salidas vivenciales, respetar su ritmo y recibir e intercambiar propuestas, ser flexibles y no trabajar pendiente del tiempo (días, semanas o lo que dure una unidad o proyecto)”.
P: ¿Qué es lo más hermoso de esta profesión?
SZ: “Lo que más me gusta, es estar día a día, compartir, enseñar y aprender, con seres humanos de inocencia “única” con sonrisas verdaderas, con abrazos que envuelven el alma y quienes, en lo personal, muchas veces, me hacen olvidar de problemas, ¡me contienen y me hacen sentir la maestra más orgullosa, la que agradece a Dios por bendecirme con mi trabajo y mi profesión!”
P: ¿Por qué elegiste esta profesión?
SZ: “Siempre me gustaron los niños, estuve rodeada y compartí mi infancia con mis primos y amigos de barrio, de la escuela. A medida que crecí, me inclinaba siempre a los más chiquitos, jugar con ellos, ayudarlos. Y mi primer trabajo, fue como niñera, creo que fue en cierta forma, lo que veía que me gustaba y lo hacía con ganas, aunque las maestras jardineras no solo jugamos. En el transcurso de mi carrera, llegaron las prácticas, con las cuales, te das un panorama de lo que será el desempeño, porque para ello, nos preparamos y practicamos. Conté con la ayuda de maestras muy buenas, humanas, comprensibles…que dieron lo mejor de sí. finalicé mis estudios, me recibí, con mucho esfuerzo, ya que contaba con mi mayor logro en lo personal, como mujer, fui mamá de mi primera hija Valentina, quien también me dio fuerzas y se portó súper bien para que mamá se recibiera de “Maestra Jardinera”, agradezco, siempre, porque me enseñaron a ser agradecida, a todas las personas que me ayudaron, a que no permitieron que bajara los brazos o postergara mis prácticas, cursado, etc., por tener una bebé tan chiquita… mi mejor práctica con niños tan pequeños la realicé en mi casa, con mis 4 tesoros más preciados: Valentina (15) Florencia (11) Victoria (7) y Delfina (5) a quienes les debo tanto, no solo tiempo, porque quien es docente comprenderá los descuidos, que sin querer, muchas veces cometemos con nuestros hijos, ellas son mi razón de lucha y a quienes le dedico lo que logré, logro y lograré siendo maestra jardinera.
Desde Prisma les mandamos saludos a todos los chicos y maes del NENI 2042
*Un agradecimiento especial a la mae querida Elisa Boni. Feliz Día!!!





