
Tenemos más aguante del que creemos, las chicas no somos débiles.
Desde Prisma, creemos que hay cientos de formas de empoderarse, abrir caminos, y superar los desafíos. Las mujeres, particularmente, son un gran ejemplo de esto y por eso decidimos culminar nuestro homenaje a ellas con esta entrevista.
En esta oportunidad, dialogamos con Micaela Leguizamón, una joven estudiante que fue electa presidente de la Asociación Posadeña de Estudiantes Secundarios (APES) durante el año 2017. Un organismo muy importante que ha tomado fuerzas a través del impulso que genera la estudiantina y de la que participan alrededor de 25 colegios secundarios y aproximadamente 4500 alumnos.
A pesar de todos los obstáculos que se le presentaron desde el inicio de su gestión, Micaela pudo mantenerse firme en sus ideales y principios, pudo sacar adelante la asociación y darle la funcionalidad que debía. Implantó su liderazgo y con buenas decisiones, logró transparentar las acciones de un organismo tan importante del cual dependen los jóvenes para desplegar su arte.
Micaela es esa clase de chicas que no se deja doblegar por nadie y no depende de nadie para cumplir con sus responsabilidades: en su gestión se realizaron diversas actividades para recaudar fondos y así no depender tanto de los adultos, ni de los políticos, quienes suelen pedir “favores a cambio” y si no les devolvés, te ponen palos en la rueda.
Su tenacidad y constancia, le permitieron fijar objetivos y cumplir metas. Su empatía y valor, la llevó a hacerse cargo de una responsabilidad enorme, sin descuidar sus obligaciones de estudiante. Y agregó que muchas veces son los adultos los que se complican demasiado, porque los jóvenes resuelven más rápido muchas cuestiones. “Con los chicos no tuve tantos problemas, como con los grandes, los grandes le meten cosas en la cabeza a los chicos, cosas que no son ciertas.”
El tiempo que estuvo frente a la asociación le demandó esfuerzo y algunos inconvenientes, sin embargo, no acallaron su voz. Micaela comentó que estar en un lugar tan importante como APES le ayudó a abrir la mente, a formar su carácter y le dejó muchísimas enseñanzas.
En sus horas libres le gusta mirar películas, series, salir a tomar tereré en la Costanera con las amigas, salir a caminar, a remar por las tardes, y recordó que tiene una biblioteca personal, dando a entender que le apasiona la lectura. Y cuando le preguntamos qué mensaje quería transmitir a las chicas, sonriendo dijo: “Que se animen a hacer las cosas, a veces tenemos más aguante del que creemos, las chicas no somos débiles”; ella no iba a ceder a las presiones solo por ser mujer, se daba cuenta de las “jugadas” y afirmó que “un lugar de liderazgo te ayuda a madurar como persona”. Ahora recuerda con humor todo lo que pasó, porque destaca que “esa es la vida real” en la que siempre van a haber dificultades”.
Indudablemente, Micaela, ha dejado una huella profunda entre las jóvenes, sobre todo, la lucha para imponer sus ideales. Aún sigue presente en su memoria todos los obstáculos que tuvo que atravesar, pero no se detuvo en ellos, y con seguridad enfatizó: “te van a criticar, te van a querer tumbar, pero siempre tenés que seguir adelante”.
Esta nota es una invitación a que vos también, como Micaela, encuentres tu lugar, te animes a proyectar metas y comiences a hacer realidad tu sueño.