
“Está bien que a veces no puedas con todo”
Ya casi llegamos a fin de año, con la llegada de la primavera y entre cambios estacionales y alergias hay olorcito a fin de año. Lo que nos acerca al balance anual, donde nos ponemos a pensar en lo positivo y lo negativo que deja este 2020.
Un año particular como pocos, pandémico como hace siglos no se veía y con la tecnología como mediadora; que a veces acerca (a través de plataformas varias) y a veces aleja (adicciones a las pantallas, errores en la conectividad, etc). Pero con el transcurrir de los días y la convivencia en el hogar nos aproxima a la figura de los camaleones, camuflándonos entre tareas roles.
Los niños no son ajenos a este transitar y merecen toda nuestra comprensión y empatía. Pero ello se dificulta si los adultos del hogar (mamá, papá, abuelos, tíos, familias ensambladas) se encuentran obligados a un espacio de convivencia 24/7 y ello incrementa la angustia, el estrés y la ansiedad.
Es así, que hoy me dirijo a esos padres, que al igual que todos, son los verdaderos superhéroes de este tiempo de multitareas y sobreexigencia. Para decirles abiertamente: “Está bien que a veces no puedas con todo”. Que todos necesitamos unos minutos al día para ser nosotros mismos y no ceder al “deber ser”.
Propicien, busquen, generen espacios para dejarse ser, para disfrutar de la compañía del otr@, de la pareja, o bien la soledad necesaria para el encuentro con uno mismo. Dejarse vencer frente a la adversidad en este sentido y volver a reconectarse con el si mismo.
Ya sea por ejercicios de relajación, respiración, algún video de youtube que sirva a los fines o en el goce de actividades recreativas habilitadas (el futbol para quienes disfruten de él, la charla con amiga, la caminata recreativa solitaria durante 30 o 45 minutos, lo que sea que disfrutes a pleno). Ese momento para volver a ser vos, a lo que disfrutas más allá de lo que deberías estar haciendo y centrarte en vos para retomar el transitar diario.
Y es allí, solo allí, donde te vuelvas a reconectar con vos y aquello que disfrutas, donde vas a volver a encontrar la fortaleza necesaria para continuar con la multitarea y los gajes de la maternidad/paternidad. Dónde vas a volver a ver al otro, tu hij@, tu pareja, tu amig@ como esa persona que al igual que vos la está peleando a diario para no estallar en mil pedazos con los rumores de un posible “volvemos a fase 1”.
Asimismo, valorar que esta situación nos dio más tiempo para compartir, para convivir, para conocer y conocernos más. Nos alejó de la vorágine de las corridas diarias y nos sometió a la vorágine del hogar.
Todo puede esperar: las tareas escolares, la limpieza del hogar, la ropa sin planchar o los informes del trabajo. Pero el tiempo que hay que dedicarse a uno mismo debe volverse prioridad y más a esta altura del año.
Por eso de nuevo, date un momento, disfrútate para luego disfrutar de esta posibilidad de verdadero encuentro y conocimiento del otro y de mí mismo. Sos tu prioridad, para vos y los tuyos…a eso también se llama cuidarse y no tiene que ver con el barbijo y el alcohol en gel.
Suena como mensajes de psicología positiva y autoayuda, pero es un llamado a la reflexión a esos padres/tíos/abuelos que contienen y acompañan a nuestras infancias. Hay que cuidarse para cuidar, y ello se puede lograr también con pequeños momentos personales para uno mismo. No es egoísmo, es preservación personal.
Solo así vamos a lograr acompañar y acompañarnos en lo que resta de este 2020 cargado de desafíos.
Lic. Noelia Gavilan